lunes, 12 de diciembre de 2011

Comentario del Seminario de Endo Sensei, Granada 2011. Por Luis Rodríguez

El maestro ha insistido mucho en que durante la práctica miremos hacia nuestro interior. Con los ejercicios básicos de suburi, por ejemplo, cómo nos sentimos cuando los hacemos, qué cambia cuando los hacemos solos o con un compañero. Para él la manera más efectiva llega cuando estamos totalmente serenos y tranquilos. Esto, junto con el timming adecuado, es todo lo que necesitamos.
No utilizar fuerza alguna. El maestro ha dicho que se había propuesto no cansarse durante este curso. Creo que lo ha conseguido. Y, sin embargo, no ha parado de entrenar con todos más intenso que nunca. Tras un buen rato con alguna técnica o ejercicio nos preguntaba, con una gran sonrisa, cómo nos sentíamos, en qué estado estaba nuestro cuerpo y nuestra mente. Nos invitaba a llevar estas sensaciones y formas de actuar a cualquier otro ámbito de nuestra vida y fuera del tatami.
Creo que hemos conseguido entrar en la dinámica que pedía. La práctica ha sido fluida e intensa. Tras 16 horas de entrenamiento en pocos días claro que el cuerpo está cansado. Pero uno siente que está activo y sereno. No te duelen las muñecas ni los codos por forzadas proyecciones. La mente capta más cosas. Notas que la fuerza desaparece de los hombros. Cada vez estas más ágil y rápido, pero también más pesado y equilibrado. Como también dijo Endo Sensei cada “ahora” es lo importante, y con una práctica así puedes llegar a verlo y vivirlo plenamente. Todo cambia en cada “ahora”, hay que conseguir serenar nuestro interior y nuestro cuerpo y ser capaz de sentirlo. Estar al cien por cien en cada instante.
En la última parte del curso (yudansha) el maestro no ha entrado en complicadas técnicas o largas explicaciones. Sencillos ejercicios o técnicas eran suficientes para mostrar toda la riqueza que puede alcanzar nuestro aikido. Da que pensar que el maestro insista tanto en estos puntos tras 50 años entrenando. Todo el que se lo haya tomado en serio y haya seguido al maestro en lo que nos proponía, el seminario ha tenido que dejarle buenas sensaciones. Sentir, moverse y transmitir como lo hace Endo Sensei o sus alumnos más avanzados. Eso es lo que yo busco. Si el budo es parar la agresión o la violencia. Es traer la Paz y e Amor en todo lo que hagamos, este aikido es sin duda un budo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario